domingo, 25 de noviembre de 2012

Aparador

Aparador

Aparador en madera de haya. Compartimentado con cajonera central y flanqueado con puertas laterales. El conjunto está decorado con tallas en alto relieve de carácter vegetal y cabezas de guerreros. El conjunto es macizo de haya a excepción de la tapa que esta forrada con chapa.

Detalle de los daños.


El mueble se encontraba en muy mal estado de conservación. Todos los ensambles estaban desencolados, incluso los frentes decorativas de las puertas, que en este caso no son macizas, sino formadas por tres piezas encoladas. La tapa, forrada con chapa, presentaba manchas, burbujas de aire y pérdidas de material.
El acabado estaba muy deteriorado, con múltiples manchas, acumulación de suciedad en tallas, rozes, etc. Aparte, todo el mueble estaba repleto de agujeros de carcoma, con un ataque muy activo.
Por último los herrajes, no se libraban del deterioro. Muy estropeados por el paso del tiempo y con pérdidas en el tirador de un cajón.

Distintos daños.

Ensambles desencolados


 Puertas desencoladas
                                                              Daños en la chapa 
                                                                Detalle del remate superior

En esta foto se aprecia una desafortunada intervención anterior en la cual se había intentado encolar el aplique tallado con un pegamento de contacto y puntas. Esta técnica se reproducía en otros ensambles, es esa la razón de que llegara a nuestras manos totalmente desencolado.

Intervención.

En primer lugar, antes de la limpieza se realizaron trabajos previos de consolidación: encolado de ensambles y de chapa. Para los ensambles se ha utilizado cola blanca de carpintero y para la chapa cola de conejo. Como se aprecia en la foto, la cola de conejo una vez hidratada y en forma de gel se ha cortado en pequeñas bolitas para introducirla en las burbujas de la chapa.

                                  
Para ello, es necesario practicar un corte muy limpio sobre la burbuja y levantar la chapa ayudándonos con unos palillos de madera, posteriormente se introduce la cola de conejo y se protege la herida con cinta de papel.


Tras el relleno con la cola, se cubre el conjunto con papel de seda, para que absorba el exceso de cola,  y se aplica calor seco para que la pastilla de gel de cola se disuelva en el interior. El papel melinex nos ayudará a proteger la chapa del exceso de calor seco. Tras este proceso se cubre la burbuja con un peso hasta que seque.
Una vez que tenemos el conjunto consolidado podemos proceder tranquilamente con la limpieza.

                                                                           Cata de limpieza

La cata de limpieza detectó repintes relativamente modernos a base de disolventes nitrocelulósicos. El acabado en mal estado se retiró con una mezcla de disolventes.
Una vez que toda la superficie estaba limpia, se realizo el tratamiento curativo antixilófago. Se aplicó a la madera un líquido a base de permetrinas en tres fases. Primero por pincelado, luego pulverización y por último se embolsó la pieza para limitar al máximo el oxígeno, mientras los vapores del producto hacían el resto.
Tras el tratamiento antixilófago, no inferior a una semana, se procedió al estucado. En  este caso se utilizaron distintos tipos de estuco según la cantidad de volumen a cubrir y la resistencia que estos tendrán una vez acabado.

                                                                           Estucados

Los agujeros de carcoma y pequeñas roturas se estucaron con una resina acrílica coloreada. Las lagunas más grandes en sitios vulnerables se reintegraron con una mezcla a base de serrín de haya y acetato de polivinilo.

                                                                        Limpieza y teñido

Tras el secado del estuco se ha igualado el colorido realizando un tinte con pigmentos acrílicos. La tapa, más vulnerable al contacto con la humedad por estar forrada con chapa, se ha secado artificialmente aplicando temperatura con pistola de calor.
Cuando el igualado del colorido ha secado solo queda el acabado. Para el sellado del poro se ha utilizado goma laca y finalmente se ha encerado la superficie con cera virgen y carnauba disueltas en esencia de trementina. La mezcla se aplica en caliente y una vez seca se pule con un trapo de algodón. Antes de realizar el pulido final se colocan los herrajes decorativos.

Arreglo de herrajes.

Los bronces estaban muy sucios y se limpiaron con un carbonato sódico.

                                             Herrajes antes de la limpieza
                                                              Herrajes después de la limpieza

Con los herrajes se han tenido que hacer varios arreglos. En primer lugar se ha tenido que transformar uno de los tiradores pequeños, que corresponden a los cajones. De uno de estos faltaba el tirador y se solucionó la falta transformando la base en un boca-llave.
Uno de los tirares tenía la soldadura rota y se tuvo que soldar de nuevo.

  Arreglo tirador

Se añadió con la soldadura un tornillo y tuerca nuevos, el original estaba solo soldado y esa rigidez fue posiblemente la causa de la rotura.

Ahora si, finalmente la intervención ha terminado. Seguidamente el resultado final.